Se puede comprobar fácilmente
que la ingravidez de
los astronautas en órbita tiene que ser aparente, porque están muy cerca de la Tierra, a menos de 500 km, y
allí la gravedad es solo algo inferior a g0.
Lo que sucede realmente es que
los astronautas están en caída libre
circular a la Tierra con la misma aceleración que sus naves, y eso provoca
una pérdida aparente de peso similar
a la que se produce en un ascensor cuando inicia la
bajada (en ambos casos, una báscula
indicaría peso nulo). Si no fuese así el astronauta chocaría contra el
suelo de la estación (o la pared) y le parecería que existe una gravedad
artificial dentro de la estación espacial.Mira los experimentos a gravedad cero explicados por el astronauta Dan Pettit.
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